De acuerdo
a Chiavenato (2009), si la
organización quiere alcanzar sus objetivos (crecimiento sostenido,
rentabilidad, calidad en los productos y servicios, competitividad, entre
otros.) de la mejor manera posible, debe saber canalizar los esfuerzos de las
personas para que estas también alcancen sus objetivos individuales (mejores
salarios, beneficios, estabilidad, satisfacción en el trabajo, oportunidad de
crecimiento, entre otros.) y, de ese modo, se beneficien ambas partes.
La gestión del talento humano busca crear, mantener y desarrollar un grupo humano con talento, habilidad y motivación para lograr las metas de la organización con eficiencia y un ambiente adecuado para que las personas crezcan y alcancen sus objetivos individuales. Debido a esto, sus objetivos son diversos y para que estos se alcancen es necesario que los gerentes traten a las personas como promotoras de la eficacia organizacional. Dentro de algunos de los objetivos tipificados por Chiavenato (Ob.cit) para la gestión del talento humano se mencionan:
1.- Logro de objetivos y alcance de misión. Según Chiavenato (2009:15), “el mejor desempeño de la fuerza de trabajo, la adaptabilidad y flexibilidad de las personas, la innovación constante y la satisfacción del cliente son factores que ayudan a alcanzar los objetivos globales de la organización”. Es por esto, que la gestión del talento humano ayuda a la organización a alcanzar sus objetivos y realizar su misión, puesto que no se puede imaginar la función de recursos humanos sin conocer los negocios de una organización.
Sobre la misión, para Francés (2006: 41), “es aquella que proporciona una
definición del área de actividad dentro de la cual deben considerarse los negocios
presentes y futuros de la corporación”. De esta manera, específica de un
conjunto de clientes, aquellas necesidades que la organización desea
satisfacer, pues representa acciones amplias, donde se pueden buscar nuevos
negocios.
Cabe destacar que, cada negocio tiene diferentes implicaciones para la gestión del talento humano, cuyo principal objetivo es ayudar a la organización a alcanzar sus metas y realizar su misión, la cual representa la razón de existencia de la empresa, es la finalidad o motivo que condujo a la creación de la organización y al que debe servir.
2.- Mayor competitividad. Hay ciertos conceptos en el mundo
empresarial y de los negocios que son esenciales a tomar en cuenta cuando se
trata de encontrar los mejores resultados. Uno de ellos es el concepto de
competitividad, la cual según Roa, Stevenson y Sánchez (2005), es la
capacidad que tiene una empresa de obtener rentabilidad en el mercado en
relación a sus competidores. La competitividad depende de la relación entre el
valor y la cantidad del producto ofrecido y los insumos necesarios para
obtenerlo (productividad), y la productividad de los otros oferentes del
mercado.
Para Chiavenato (2009), la gestión del talento humano busca proporcionar
competitividad a la organización, esto significa saber emplear las habilidades
y la capacidad de la fuerza laboral; por tanto se enfoca en lograr que los
esfuerzos de las personas sean más productivos para beneficiar a los clientes,
a los socios y a los empleados. Se debe tener claro que la competitividad es
vista como el grado en que una organización puede en condiciones libres y
justas de mercado, producir tanto bienes como servicios, mientras garantiza
simultáneamente mantener y aumentar las ganancias a sus empleados.
3.- Personal entrenado motivado. A criterio de Chiavenato (2009), la gestión del talento humano se enfoca
en suministrar
a la organización empleados bien entrenados y motivados; se relaciona a la
construcción y protección del más valioso patrimonio de la empresa: las
personas; por tanto, darles reconocimiento, constituye el elemento básico de la
motivación humana.
En este sentido, para mejorar el desempeño, las personas deben percibir justicia en las recompensas que reciben, esto implica que la empresa debe recompensar los buenos resultados y no recompensar a las personas que no tienen un buen desempeño, por ende, los objetivos deben ser claros, así como el método empleado para medirlos.
4.- Satisfacción en el trabajo. Las organizaciones
exitosas procuran ser excelentes lugares para trabajar e intrínsecamente
gratificantes para las personas. De acuerdo a Robbins y Coulter (2004:72), la
satisfacción en el trabajo “se refiere a la actitud general del individuo hacia
su trabajo”. En este sentido, una persona con una gran satisfacción con el trabajo, tiene actitudes positivas,
mientras aquellas que se sienten insatisfechas alberga actitudes negativas, es
por ello que, la gestión del talento humano tiene entre sus objetivos lograr una
mayor satisfacción del personal.
En general, la gestión del talento humano busca mejorar la satisfacción en el trabajo, puesto que el grado de satisfacción en el trabajo ayuda a atraer talentos y a retenerlos, a mantener un clima organizacional saludable, a motivar a las personas, a conquistar su compromiso; por ende, no constituye un comportamiento en sí, sino que se trata de la actitud de las personas frente a su función en la organización.
5.- Desarrollo de la calidad de vida en el
trabajo. De
acuerdo a Chiavenato (2009: 321), “investigaciones recientes demuestran que para alcanzar calidad y productividad,
las empresas deben contar con personas motivadas para desempeñar los trabajos
que les asignan, y recompensarlas de manera adecuada con contribución”. En efecto,
la competitividad organizacional se halla relacionada por obligatoriedad con la
calidad de vida en el trabajo.
Aunado a lo anterior, Chiavenato (ob.cit: 322), señala la calidad de vida en el trabajo “representa el grado de satisfacción de las necesidades de los miembros de la empresa mediante su actividad en ella”. De acuerdo a esto, la gestión del talento humano busca desarrollar la calidad de vida en el trabajo, un concepto que se refiere a los aspectos de la experiencia de trabajo, como estilo de gerencia, libertad y autonomía para tomar decisiones, ambiente de trabajo agradable, seguridad en el empleo, horas adecuadas de trabajo y tareas significativas.
6.- Establecimiento de políticas éticas. Según Francés
(2006:51), las políticas “son
representativas de las reglas o guías que expresan los límites dentro de
los cuales determinadas acciones deben ocurrir”. De esta manera, definen las
acciones que las organizaciones deben ejecutar para lograr sus objetivos
corporativos, por eso, se pueden derivar de los valores, fines y objetivos.
Desde el enfoque de Chiavenato (2009), toda actividad vinculada al talento humano debe ser abierta, confiable y ética; esto hace referencia a que las personas no deben ser discriminadas, deben garantizarse sus derechos básicos, para lo cual es necesario que los principios éticos se apliquen a todas las actividades de la gestión del talento humano, debido a que tanto las personas como las organizaciones deben seguir patrones éticos y de responsabilidad social, siendo no sólo es una exigencia para las organizaciones sino en especial, para las personas que trabajan en ellas.
En general, las personas deben observar una conducta enmarcada dentro de un código de ética y de responsabilidad solidaria, por lo que las organizaciones necesitan personas que actúen más allá de los deberes habituales, pero siendo responsables en función de principios y valores éticos, todo lo cual incide sobre la nueva forma de gestionar el talento humano.
Lcdo. José Pérez
Saludos compañeros, mis congratulaciones por el trabajo desarrollado.
ResponderEliminarEs cierta la importancia de la gestión del talento humano para el desarrollo y existencia de cualquier organización, desde esta visión en la actualidad las organizaciones han optado por enfocar algunos de sus objetivos en fortalecer el componente humano, estableciendo estrategias gerenciales eficaces para explotar las capacidades de cada uno de sus integrantes, haciendo de éstos el eje central de su actividad e innovación, logrando alcanzar un clima y cultura organizacional favorable centrado en la eficiencia y la calidad.